28 de marzo de 2007

ROSA ISABEL

Por estos días me ha entrado duro la nostalgia al escuchar diferentes canciones. Ayer por ejemplo, al oir Sir Duke del gran Stevie Wonder me acordé de una de mis primeras novias: Rosa Isabel, a la que también le gustaba el rock y Los Beatles. La conocí por Margarito, un amigo mutuo que una ocasión me invitó a una disco, al acabar ésta, fuimos a la colonia de ella que cumplía un año de fundada, esa vez hubo lucha libre, baile y creo chalupas, pero lo bueno fue en casa del novio de ella, donde bailamos, entre otros, música de los Bee Gees. Yo amaba locamente la canción Preguntame porque de Los Beatles, (todavía la amo con la misma intensidad), pero como no sabía la letra, la medio escribí en español a mi buen entender en una hoja de libreta que pronto se convirtió en mi amuleto y que me acompañaba a todas partes en la bolsa trasera de mi pantalón de mezclilla. Pero esa noche al bailar con Rosa Isabel, no se porqué le di la hoja secretamente (durante un paso de baile que requería juntar las manos)y mi corazón latió mucho más al ver que la guardaba. Cuando acabó todo, resultó entre la plática que ella tenía el disco sencillo de Disco Inferno de los Tramps, se lo pedí prestado, accedió de buena manera y fue por él a su casa que estaba enfrente, y cuando por fin estuve sólo, saqué el disco y... ¡¡tenía una cartita!!, en la cual podía leerse: "Mañana a las seis de la tarde en la Pedro María Anaya". Acudí a la cita pero muy intranquilo por lo de su novio que era amigo de Margarito y éste a su vez, compañero mío de trabajo en un taller de balconería (incluso una vez él me regaló una sudadera azul -ver entrada TOLUCA publicada el 8 de febrero 2007 y una Loción Old Spice-. Después Rosa Isabel me explicó que su novio en realidad era sólo un "amigo cariñoso" y que no había problema. Nuestro noviazgo no duró más de unos días, pero para mi fue una etapa extraordinaria. Me acuerdo de ella, entre mil cosas más, porque se reía mucho de la frase "Puedes sentirlo por todos lados" que viene en la referida canción de Wonder. Ese fue uno de mis primeros sencillos que tuve y como los demás,(que eran menos de ocho), todos fueron regalados o tomados de algún lado, porque el primero que compré con dinero propio fue Estoy ardiendo de los 5000 Voltios durante la primera mitad de los años setenta y que por cierto hace poco la acabo de conseguir de nuevo, pero en DVD. Veintitantos años después, conocí a una sobrina de ella que estaba bien bonita y estudiaba conmigo italiano. Il mondo non se ha fermato mai un momento... Come on and do it to me, babe.

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