EN LA MINA

A fines del año 2006 fuimos al Nopalillo, una comunidad perteneciente al municipio de Epazoyucan, misma que conocí porque mi sobrina Alejandra me invitó a dar una plática sobre integración familiar. Ella que es Trabajadora Social hizo su servicio en Nopalillo donde conoció al que actualmente es su esposo: Andrés. Después regresé al Nopalillo y Andrés me invitó a conocer una mina de obsidiana, -yo nunca había bajado a alguna- y me gustó mucho. Posteriormente, en 2006, Andrés nos bajó a este tunel o tiro que aunque no está muy profundo, es estrecho y permite al temerario darse cuenta como es el subsuelo, tocarlo y sentir esa emoción de claustrofobia que forma parte de la industria extractiva o minería. De estos yacimientos sacan bloques de materia prima: la obsidiana, de la que al parecer existen de tres tipos. En el mismo pueblo hay talleres donde la trabajan y hacen preciosas artesanías. Este lugar es muy importante en el rubro histórico pues Nopalillo forma parte del famoso Cerro de las Navajas conocido y trabajado desde la época prehispánica y que abastecía de ornatos, armas y herramientas, como puntas de flecha, cuchillos, bezotes entre otros, al imperio azteca. En la foto están Pablo y Alba que al principio no querían bajar.