Este once de agosto de 2013, cerca de las siete de la mañana,
nos desalojaron los bomberos de nuestro edificio, pues hubo una explosión en los
condominios de Pachoacan. El percance ocurrió en un departamento justo arriba de nosotros. A pesar del peligro y adrenalina, sentí como
nunca, la protección de los organismos responsables de nuestro bien. Admiro
mucho a los bomberos, ellos no persiguen nada, sólo el bienestar de las
personas. Como un gran organismo benefactor que es, les agradezco el bien
social que hacen. ¡Gracias! Afortunadamente el susto no pasó a mayores.
6 de septiembre de 2013
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