Muchas veces los hijos realizan actividades sólo para darle gusto a los padres. Otras veces por imitación y sólo muy pocas por verdadero gusto. A mi papá por ejemplo, le hubiese gustado que yo fuese beisbolista aunque nunca hizo nada para que me gustara ese deporte que de hecho me gusta mucho, pero no tanto por él sino por mi abuelo Federico que era todo un apasionado de los diamantes. Sin embargo yo sí hice mucho porque Pablo se aficionara al deporte, al grado de llegar a sobornarlo (y con una buena lana), todo con tal de que él siguiera en la escuela infantil de beisbol, pero no tuve éxito. No obstante el día de ayer conseguimos este uniforme -tras un viaje a Zumpango-, de Cardenales porqué no hubo de ningún otro equipo (de hecho la gorra es de Cincinnati). Y hoy tomamos estas fotos. 
¡Uf! Espero que el joven Pablo se defina. Pues hace un año de pronto se volvió el fan más irrefrenable sobre Los Beatles y si bien no le ha decrecido el fanatismo (en el sentido sano de la palabra), tampoco veo que se le incremente más.¡Cuántas etapas ha pasado Pablo con sólo nueve años de edad!: Al principio era un súper fan de Blanca Nieves, luego de Scooby Doo, Shrek, el Hombre Araña, Star Wars y ahora de Piratas del Caribe. Quizá sus gustos son como los de todos los niños, sólo que los de éste son de una necedad terrible e insoportable.
A lo mejor se puso este bello uniforme de beis sólo para darme gusto. Lo cierto es que ayer le lancé muchas pelotas y atrapó 53 continuas (record para él); Pablo también tiene buen bateo. Por lo anterior insisto que el chavo está desaprovechado pues bien podría ser un buen pelotero en el juego de las grandes atrapadas. Y si no es así, al menos le sienta bien el uniforme, y si éste fuera de los Yankees o de los Dodgers, (y eso porque ya no existe mi equipo: los Tigres de México), pues todavía lo luciría más, creo.
De cualquier forma, nada se compararía con ver a Pablo con un traje del Sargento Pimienta, y si es de John Lennon, ¡¡nada más lo podría superar!!.
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