24 de diciembre de 2009

SIEMPRE Y POR SIEMPRE NO NECESITO UN DÍA PARA DECIRTE: TE AMO


El mejor regalo que me puedo dar y que Dios me puede dar, es el recuerdo, amor y admiración de un gran hombre: Federico Cruz Larios, mi abuelo admirado, el hombre guapo, inteligente, bueno, noble, sabio, divertido e increíblemente humano. Le gustaban Los Beatles como todo ser que ama lo bueno, me enseñó tantas cosas y su estrella aún me ilumina y me protege. No soy tan bueno como él, pero mi corazón y mi amor son tan grandes que me permiten decirle: Gracias. Te amo. No necesito un día especial para decirlo, el tiempo es un invento de los hombres que no necesariamente se ajusta al Divino Plan de Dios. Lo entendí ahora que soy viejo.