
Pero no hubo la gran fiesta pues llegué muy temprano y todavía no había ambiente, así que le pedí a mi papá que me dejara tomarle una foto conmigo. Accedió no con muchas ganas pues no soy muy importante en su feliz familia, pero de cualquier forma es la foto más reciente que tengo de mi papá y del que esto escribe, juntos.
La foto es bonita y se ve quien abraza a quien. Quien necesitó amor de quien, y quien no.
A mí no me preocupa mucho ese tema, pero mi nobleza encontrada me hizo poner una foto de Daniel Ávila Ramírez, mi padre fisiológico, antes que una foto de mi Federico, mi abuelo y mi verdadero padre moral, o incluso de mi amado Luís Fernández, el que me dio la primaria y casi toda la formación infantil que tengo y de muchas otras cosas que me son útiles hoy en mi vida; en cambio pago el favor que me hicieron los del gran corazón, con una foto de mi papá, el bueno, genéticamente hablando, lo hice hoy en el inventado “Día de los Padres".
De todos modos también quiero decir Federico te amo, Luis te quiero, y te lo demostré aquel hermoso día del padre cuando te invité al cine en Plaza Galerías y vimos el estreno de Shrek 2, me gustó verte reír a carcajadas y después comer comida china. Gracias a los tres por lo que me dieron. Si bien mi corazón injusto ama mucho más al que fue mi papá siempre: Federico.
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