
En los recesos del ensayo había otras actividades, como la comida suculenta de nuestros anfitriones.
Aquí en la foto estoy bailando con mi mamá y en primer plano se ve el compadre, papá de Susana, la bella quinceañera que tenía sus propias emociones hermosas y de las cuales yo no participaba, o, ¿que sabía yo? Era Susana. No era yo. Lo cierto que la niña que se ve en brazos, debe tener ahora unos treinta años, a lo mejor un poco menos.
La realidad es que fui un advenedizo, ellas querían a otro chavo, no a un citadino que amaba otra música. Pero los padres se impusieron y le dieron de recuerdo a un impostor de las fiestas. Aunque en ese momento amé a las niñas de mi encuentro, con la maldita pasión que sólo mi incertidumbre puede sentir. Y pretendí que con palabras, la niña me podría amar. Pero obvio no fue así. Bendito Dios, para ellas.
Yo sigo buscando pajarillos al amanecer.
Y mis primeros discos sencillos que compré de a 15 pesos fueron "I´m burning" de los 5000 Voltios, y "Otra vez donde empezamos" de Maxime Night Gale.
Hace muchos años.
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