23 de enero de 2007

CAMPECHE

En los años noventa asistí a un congreso de trabajadores de Antropología e Historia a la hermosa ciudad colonial de Campeche. Al término del congreso, tuvimos una cena de despedida que se prolongó hasta el día siguiente. Enfrente del salón, en la calle y a sólo unos pasos, estaba la playa, más tarde salí con una compañera a tocar el mar y a ver la salida del sol. ¡Ah que hermoso momento!
La foto del post fue lograda con el favor de unas lindas señoritas de un ballet folclórico que cierta vez deleitó una velada en los intermedios de las aburridas sesiones del congreso nacional.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusta mucho la emoción que te provoca el conocer otros lugares, y yo comparto contigo esa gran inmencidad ajena que se presenta con el disfrutar de lo desconocido que lo hace más emocionante